31.12.07

Escapadas navideñas

Bueno, esta es nuestra última entrada del 2007, gracias a todos los que visitais el blog (a ver si escribimos más comentarios ¿eh? jejeje) ya que hemos recibido una acogida mucho mayor de la esperada. El año que viene (mañana xD) os traeremos muchos más relatos y vídeos de esos que os gustan, juguetitos nuevos y hasta puede que alguna nueva sección. Pasadlo bien esta noche y follad mucho. ¡FELIZ AÑO!

Ahora os dejamos con el relato:

La historia que les voy a contar es totalmente verídica, cambiaré los nombres por precaución, me llamo Roberto actualmente tengo 43 años y esto me sucedió hace ya más de 10, vivo en Madrid, casado hace ya casi 20 con una relación de lo más normal y monótona después de este tiempo, soy una persona normal, de complexión fuerte, ni feo ni guapo, soy analista informático y por mi trabajo visito muchas empresas, en una de ellas trabaja Alicia, es la recepcionista, todo amabilidad, morena también casada y con unos labios que invitan a soñar.

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Como Alicia es una persona muy atenta, siempre cuando entraba o salía de esa empresa, me paraba a hablar con ella, comentábamos de todo, aficiones, trabajo, gustos, música y familia, de todo un poco, y siempre noté en ella una mirada un poco triste cuando se refería a su matrimonio, en pocos meses pegó un cambio más espectacular, se cuidaba más y yo le hacía comentarios más picarescos, lo típico de que se estaba poniendo muy buena, que vaya figurita tenía y esas cosas, me confesó que iba al gimnasio y que ya estaba harta de que su vida solo era el trabajo y la casa, y en una de esas me suelta que como que su marido no le atiende que ella es joven y tiene mucha vida por delante, o sea que había decidido cuidarse más, y salir a hacer cosas diferentes, yo me quedé un poco extrañado de que me contara esas cosas a mí, tampoco habíamos intimidado tanto como para eso, pero si es cierto que siempre hubo un feeling especial entre los dos.

Un día cuando llegué llevaba una faldita bastante corta, nunca la había visto usar ese tipo de minifaldas, la verdad es que le quedaba de miedo, tenía unas piernas espectaculares, y mientras hablaba con ella, varios empleados más de esa empresa pasaron por delante varias veces, era obvio que era para verla, ella me lo comentó y me dijo: “Mira esos no paran hoy de pasar por delante para ver si me ven las bragas”, me quedé sorprendido y no pude más que decirle, es que chica, con ese modelito despiertas pasiones, ella soltó una carcajada muy irónica y mirándome con una cara que nunca en ella había visto me dijo: “Pero lo que no saben, es que no llevo”, me quedé helado, yo soy muy tímido y como no me esperaba esa respuesta, me despedí y me fui.

A la media hora o así, me sonó el móvil, era ella, me dijo que si me había asustado, que no había pretendido hacerlo, simplemente es que conmigo tenía una confianza por que me veía buena persona y muy agradable, le dije que no, que simplemente tenía prisa, lógicamente ella notó por mi tartamudeo que me había impresionado y excitado.

Estábamos en navidad y como es costumbre en muchas empresas se celebran las típicas cenas navideñas con el personal, yo nunca había ido a una de esa empresa, pero ella me llamó muy contenta diciéndome que el jefe le había dicho que por que no venía Roberto también, no dudé le dije que si, que iría, y ella me dijo que me guardaría un sitio al lado suyo, estaba claro que esa mujer se me estaba insinuando en toda regla, y yo sin enterarme.

Llegó la cena y cuando entré al restaurante, la vi allí de pie estaba impresionante, tiene el pelo largo y rizado, y lo llevaba recogido, un traje chaqueta negro, con adornos dorados, y la falda con un corte de lo más sugerente, la blusa blanca muy escotada, vamos para comérsela allí mismo, nos saludamos y como ya habían llegado casi todos nos fuimos sentando, ella me cogió de la mano, y me hizo sentar como me había dicho a su lado, la cena fue transcurriendo de lo más normal, pero el vino y la sangría iba haciendo sus efectos, la gente ya hablaba en un tono más alto, y se formaban corrillos de conversaciones. En eso veo que ella se desabrocha aún más su blusa, yo estaba a su izquierda y veo perfectamente que lleva un sujetador de encaje muy pequeño que apenas le recogen los pechos, son normalitos de tamaño, pero muy firmes, ella me mira y sonríe pícaramente, sabe lo que esta haciendo, yo ya ni puedo ocultar mi excitación y le digo que me va a matar con esa visión, ella me dice que para eso lo ha hecho, que nunca ha estado con otro, pero que ya ha llegado la hora, que le gusté desde el primer día, y que si quiero lo podemos pasar muy bien, ella debió notar mi cara de asombro, pero sin más, pongo mi mano derecha por debajo de la mesa, y la apoyo en su pierna, la acaricio y noto que le gusta, separa un poco las piernas para facilitarme la labor, precisamente la raja de su falda me viene de maravilla, empiezo a subir la mano y acercándose al oído me susurra, “Hoy tampoco llevo bragas y son medias no pantys, y ahora mismo esta muy mojado”, es increíble, mi polla reaccionó inmediatamente, que caliente me había puesto, subí la mano, y efectivamente me encontré con aquel delicioso coño, algo peludito, fui pasando mis dedos por su rajita, ella me miraba con los ojos brillantes le estaba gustando aquello, la situación era incómoda porque nos podrían pillar en cualquier momento, pero no podía dejar de meter un dedito dentro de esa rajita tan húmeda, después de un ratito, lo saqué, y me lo metí en la boca, chupándolo, notando su sabor, estaba divino.

No tardaron mucho los demás en decir que fuéramos a acabar la velada tomando unas copas, quedamos en una conocida discoteca, pero yo le dije a Alicia, que me siguiera con el coche, nos perdimos del resto, y me encaminé hacia mi despacho, ella me seguía, estábamos a 15 minutos más o menos, el primer semáforo, ella se paró detrás, y me llamó por el móvil, me decía que estaba muy caliente, que tiraba besos, el vino hacía sus efectos, estaba algo borrachilla, algo alegre, me iba calentando diciendo que se estaba tocando el coño, que lo estaba preparando para mi en cada semáforo, luego parábamos el coche uno al lado del otro, y ella me enseñaba las tetas o el dedo todo húmedo después de tocarse su coño, íbamos los dos súper calientes.

Llegamos a mi despacho, aparcamos los coches uno detrás del otro en el parking, a esas horas no había nadie en el edificio de oficinas, estaba el parking vacío, solo nuestros coches, yo salí primero y ella se quedó en su coche, cuando me acerqué, ella se había quedado en el asiento y me hizo señas para que entrara en su coche, le dije que estaríamos mejor en el asiento de atrás ella asintió, una vez allí, se subió la falda y me ofreció todo su coño, me dijo que hiciera realidad una fantasía suya, que le comiera el coño allí mismo, que siempre había soñado con eso y nunca lo había echo, sin dudarlo un instante, me volqué sobre aquellos labios, estaba jugoso, muy húmedo, empecé pasando mi lengua por sus ingles, mordisqueando su piel, ella me pedía que le chupara dentro, yo la hacía esperar, quería verla más cachonda todavía, ella me cogía la cabeza y apretaba contra su coño, pero yo le chupaba alrededor, cuando vi que ya no podía más, introduje mi lengua en él, me lo comía con desespero, pasando toda mi lengua de abajo a arriba, una y otra vez, me detenía en su clítoris, lo tenía inmenso muy grande, casi lo podía coger con los labios, lo apretaba, ella se había sacado la blusa y se tocaba los pezones, se metía los dedos en la boca y los chupaba, estaba muy, muy caliente, se corrió en mi boca, echando una gran cantidad de líquido, era como una corrida de hombre, fue impresionante, los chillidos de placer retumbaban por todo el parking, fue una corrida brutal, al acabar con toda mi boca llena de sus jugos, me levanta la cabeza y empezó a chuparme la boca con desespero, quería notar sus jugos, era una hembra muy caliente y llevaba demasiado tiempo sin disfrutar tanto.

30.12.07

Dos bollitos calientes

Recién salidos del horno...

Erika Bella en una escena de Necrofilia (1998)

27.12.07

Queridos Reyes Magos...



¡¡LLEGAN LOS REYES!! y no sabemos qué regalar. Para ella: el perfume, la pulserita, el bolso. Para él: los calcetines, la corbata, la camisa,... SIEMPRE LA MISMA HISTORIA, antes de abrir el paquete ya sabemos lo que hay dentro ¿dónde ha quedado la pasión? ¿por qué no un regalo para compartir los dos? pues si no sabeis qué regalar en Reyes, aquí hemos hecho una selección con los detalles más picantes, desde los clásicos hasta los más originales. Ya sabeis que para leer más información de cada uno, ver el precio, críticas de otros compradores o comprarlo directamente, sólo teneis que pinchar en la foto:

Dinky Banger, Anillo vibrador sumergible con pilas

Dinky Banger

Es por todos conocido el Durex Play, vamos, el anillo vibrador que se puso tan de moda pero ¿por qué lo usamos realmente? porque lo venden en los supermercados, básicamente, porque en cuanto a anillos vibradores no es ninguna maravilla. Por unos euros más tenemos este anillo Dinky Banger que, además de ser mucho más cómodo para él (se ajusta mejor, es adaptable, aprieta menos y está fabricado en silicona) y más "divertido" para ella (el vibrador es más grande, con pequeñas protuberancias para estimular el clítoris), es SUMERGIBLE, para pasar un buen rato en la ducha/bañera/piscina o cualquier otro sitio que se os ocurra. Sin duda, por su relación calidad/precio, deberíais incluírlo en la lista del TO DO.


Love Tubes Romeo y Julieta

Love tubes Romeo & Julieta

Dicen las malas lenguas que, de los juegos de pareja, es de los más divertidos. A decir verdad, no lo hemos probado in situ, pero tantas son las personas que hablan maravillas, que no podíamos dejar de destacarlo aquí como "el jueguecito de moda". Trae un tablero con las típicas fichas de preguntas/respuestas y pruebas atrevidas para los dos. Por otro lado es de los más baratos que hemos visto hasta ahora, merece la pena para pasar un buen rato (Queridos Reyes Magos...)



Kamasutra, delicias terrenales

Kamasutra, delicias terrenales

Para los amantes de la estimulación más allá del sexo, esta caja hará las delicias de la persona con la que la compartais.

El cofre incluye su aceite original de amor, polvos de miel con un plumero corporal, bálsamo estimulante a la menta, aceite de almendra dulce y una crema de suflé de vainilla para convertirte en el postre más deseado.

Un regalo de lujo para compartir con alguien especial.


Tantra, El Sexo Sentido de Guillermo Ferrara (DVD+LIBRO+JUEGO)

Tantra, el sexo sentido de Guillermo Ferrara

El tantra, "eso de lo que tanto habla la gente pero casi todos desconocen". Me ha parecido un regalo realmente original y muy util para los que quieran sumergirse en ese mundo se sensaciones. Trae el libro, un dvd explicativo (ya sabemos que una imagen vale más que mil palabras) y un juego de mesa (donde esté lo práctico...). Altamente recomendable.



Clona pene, Brico-kit completo

Clone-a-Willy o, lo que es lo mismo, el clonador de penes

Más allá del puro narcisismo que pueda parecer el hecho de clonar tu polla, he estado investigando y me parece, realmente, el regalo más original (y eso que al principio me pareció una chorrada) ¿por qué? pues porque después de clonarlo, el resultado es realmente bueno y se puede convertir en vibrador para ella (o para ti ¿quién no ha soñado con sodomizarse a sí mismo?) bromas aparte, creo que lo mejor es que veais el resto de las fotos pinchando en la de la izquierda, son bastante esclarecedoras y, por el precio, es muchísimo más original que un vibrador normal y corriente ¿no?



Cocina Erótica

Cocina Erótica

Dentro de muy poco tendremos nuestra propia sección de cocina erótica y afrodisíaca en Lametones pero, mientras, podéis disfrutar de los manjares que nos ofrece este libro, con las tapas de terciopelo rojo y grandes fotos que lo hacen muy atractivo. Cuesta sólo 12 euros y es realmente práctico para preparar una cenita especial...


¿Habeis sido buenos este año? Queridos Reyes Magos...

26.12.07

Cómo hacer una buena paja

Atención: es un vídeo humorístico, no lo intentéis en vuestras casas:

Placeres ocultos

Me llamo Ana, vivo sola en un pisito de soltera y trabajo como administrativa en una gran empresa. No tengo pareja estable (compañero ni compañera), pero si una relación muy cercana con mi amigo Juan y con mi amiga Lourdes, que no se conocen entre si, y cuando tengo que cubrir mis necesidades sexuales, llamo, a uno o a otra, sin problemas ya que somos liberales, o si no ligo con cualquiera que me sea atractivo o atractiva, por cierto si no lo habéis notado soy bisexual ("que importa el sexo si el amor es puro"). Soy muy imaginativa en lo que al sexo se refiere, os contaré algunas de las cosas que he hecho, y que recuerdo al transcribirlas.

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A veces también me lo monto sola, compré hace tiempo en un sexshop (¿donde sino?) un consolador y un vibrador, y lo cierto es que éste último me gusta más, no tengo que trabajar tanto ... También me va el bondage, es decir estar atada (o atar), y algo de sadomasoquismo.

Pero es difícil atarse completa una sola, sí ya sé que para algo existen las esposas pero, que queréis que os diga, las cuerdas me excitan muchísimo más. Por eso planeé un día una sesión de sexo yo sola, y atada, pero necesitaba una ayudita, así que me vestí con lo que quería para ese momento: conjunto de ropa interior de bragas y sujetador sin tirantes, blancos con encajes (una delicia que resalta mi cuerpo), minifalda algo amplia, corta hasta medio muslo y camiseta de manga corta con cierto escote, negras ambas prendas, mas unos zapatos de tacón bajo, negros y sin adornos; sencilla como veréis.

Escondí en vibrador en un sofá del salón y llamé a mi amigo Juan, invitándole a café, pero le advertí que ese día "no tenía ganas de sexo" (al menos no con él). Vino puntualmente, estuvimos charlando un rato porque tampoco es plan de hacerle venir al pobre sólo para hacerme un favor. Por supuesto que me dijo que estaba muy atractiva, pues me había maquillado, peinado y adornado un poco (mas de la cuenta, como para salir, según él).

Al cabo de un rato rogué que se marchara (sin problemas, ya nos conocemos muy bien), pero antes quería que me hiciera un favor. "¿Qué es?", "átame", "Ja Ja, cómo la peli de Almodovar", "en serio Juan, toma estas cuerdas y átame los tobillos y las manos a la espalda", "así que era por eso por lo que me has llamado, ¿Cual es la fantasía de hoy?". " Si, es una fantasía pero para mi sola, compréndelo". Al final aceptó, me ató fuertemente los tobillos y luego las manos a la espalda de forma que no pudiera soltarme, "no te preocupes, cuando quiera desatarme tengo un cuchillo dispuesto, y si no te llamaré por teléfono, anda, amordázame y hasta luego". "Bueno, pues hasta otra, y piensa algo para los dos". Nos besamos, me amordazó con un pañuelo que le había dado y salió, cuando escuché la puerta pensé "ya estoy sola".

Forcejeé un poco, perfecto, no puedo soltarme, la fantasía que había imaginado era que me secuestraban y me tenían encerrada, atada como estoy, y que de repente tenía necesidad de satisfacer mis deseos sexuales y tener un orgasmo, o varios, yo solita, así, atada como estaba. Lo primero que hice fue reptar hasta el sillón y sacar el vibrador de su escondite, me moví hasta la mesa, en que había un vaso de agua lleno y como pude mojé el vibrador, mientras movía las piernas, haciendo rozarse los labios de mi sexo, que se fueron humedeciendo al irme excitando, por supuesto que los pezones de mis senos se pusieron erectos cual penes, pero de momento no podía hacer nada por ellos, me tumbé sobre la alfombra del salón, boca abajo, y como pude me levanté un poco la falda, ahuequé las bragas y me fui introduciendo el vibrador mojado en mi coño, ya húmedo por mis flujos.

Cuando estuvo dentro, con sólo la base fuera, di un giro al mando y el vibrador entró en acción, solté las manos de él. La sensación que nacía en mi sexo, con ese objeto vibrando era indescriptible, parecía que todo mi coño vibraba con él, transmitiendo oleadas de placer, que hacía que mi cuerpo se estremeciera en el suelo, no se pero creo que llegó un orgasmo pronto, todo mi cuerpo se arqueó de gozo, lanzé un gemido amortiguado por la mordaza, mientras intentaba de forma automática desatar mis manos y pies, claro está que no podía, pero esa era la base de la fantasía.

Una vez que me había corrido, dejé el vibrador funcionando a mas baja potencia, el placer que me daba era mas controlado y pude jugar un poco, boca abajo como estaba, acariciar mis tetas con la alfombra, mis manos en el culo, pellizcándolo, cogiéndomelo, cuando no arqueando el cuerpo hasta coger los tobillos con las manos, o encoger las piernas hasta rozar las tetas con las rodillas, así poco a poco me corrí por segunda vez, lentamente en esta ocasión.

Apagué el vibrador y lo saque del coño, por supuesto salía mojado, oliendo a sexo húmedo. Decidí descansar un rato, tumbada boca abajo como estaba, antes de moverme y romper las ligaduras. De repente me asustó una mano en mi cabeza, "así que esto era lo que querías hacer", Juan no se había ido sino que se quedó en la entrada que no es visible desde el salón, y sin hacer ruido me había estado observando, "¿qué tal si sustituimos el objeto inanimado y duro por un objeto animado, caliente y también duro?". "Mmmm". "No protestes y verás como te gusta también".

Me dio la vuelta, vi que su pene se notaba erecto bajo el pantalón, se agachó sobre mi "voy a descubrir esas dos frutas dispuestas a ser comidas", remangó mi camisera hacia arriba dejando visible el sujetador, metió sus manos por mi espalda y soltó el cierre del sujetador, alejándolo de mi, "que rica, fruta madura", y era cierto pues me había vuelto a excitar y se me notaba, inclinó su cabeza y empezó a chuparme las tetas, primero una, deteniéndose en su pezón, luego la otra.

Mientras, sus manos me levantaban la falda, y bajaban las bragas, dejando mi coño al aire. Se levantó "ahora, preciosa" y se desvistió, su enorme polla, tiesa como otras veces, me amenazaba desde lo alto, "vamos para dentro". Se tumbó sobre mi y de una arremetida me penetró violentamente, "¿no querías sexo estando atada?", y empezó a moverse, no tardamos en corrernos al tiempo.

Cuando acabamos se tumbó a mi lado, en la alfombra, "¿qué tal?, y me quitó la mordaza. "Eres un cerdo violador, pero me ha gustado. Anda, desátame". "Que te crees tu eso, no querías que te dejara atada, pues así te quedas", y me volvió a poner la mordaza, las bragas en su sitio la falda caída otra vez, el sujetador, abrochado y la camiseta en su sitio, se levantó y se vistió.

"Ah, se me olvidaba", recogió el vibrador, me levantó un poco la falda, entreabrió las bragas, me lo metió por el coño y lo hizo funcionar al máximo. "Disfruta", lo último que escuché antes de sumergirme otra vez en el placer fue la puerta al cerrarse.

Machofucker presenta...

Lametón Navideño - Mamá Noël

Tenemos un documento inédito ¿Así que era a esto a lo que se dedicaba Mamá Noël mientras Santa Claus repartía los regalos el otro día?

Garganta profunda... ¡Ñam!

25.12.07

SMS y MMS para enviar en Navidad

"Feliz Navidad y Próooospero Año Nuevo"...
"Hola, soy Edu, feliz Navidad"...
"Fulanito, espero que seas muy feliz junto a tu familia y amigos en estas fiestas tan entrañ..."

¿CANSADOS DE ESTO?

Os hemos preparado un pequeño recopilatorio de sms simpáticos y picantones para que envieis estas Navidades a vuestros seres queridos (o no). Tambien hemos decidido crear nuestra propia felicitación lametona para que podais utilizar como MMS. //Sólo tenéis que guardar la imagen en vuestro ordenador (botón derecho, guardar imagen como...) y pasarla al movil como más os plazca... Bluetooth, cable, tarjetita,... // Disfrutadlos y FELIIIIIIIIIIIIZ NAVIDAAAAAAAAAAAD



Ha venido Papá Noel y me ha ofrecido tener el pene de 30 cm o tener buena memoria, y ahora no recuerdo si te he felicitado la Navidad. ¡Felices fiestas!

Quería mandarte algo gracioso, increíble, tierno, sexy, salvaje, dulce, erótico y muy entretenido, pero no quepo en la pantalla. Feliz Navidad.

San José, la Virgen María, la mula, el buey, la asociación protectora de animales de Galilea, los pastores, la asociación de vecinos de Belén, el niño, los Reyes Magos, los pajes, los camellos, su puta madre, mi suegra, el perro, el cagón y yo te deseamos Felices Fiestas.

Soy Melchor. Estoy de copas con los otros dos. La cosa se nos ha ido de las manos, así que no esperes regalos esta Navidad. ¡Felices fiestas!

He conseguido cruzar ladillas con luciérnagas. No sé la utilidad, pero tengo los cojones como un árbol de navidad. Felices Fiestas.

Enhorabuena, ha sido seleccionado para tirar del trineo de Papa Noel esta nochebuena. En un breve plazo un elfo pasará por su casa para medirle los cuernos. ¡Feliz Navidad!

Feliz 2008... Por el culo te la hinco…¿Que no rima? ¡Pues se la hinco a tu prima!

SIKONA LAMILE BOWAMA UMDODO JARAT FORSAKALA BI. Acabas de recitar una plegaria Zulú q te impedirá follar durante el 2008. Feliz Navidad

NESTLE, por su Campaña de Navidad 2008, regala a sus clientes el peso de su pene en chocolate. ¡ENHORABUENA!, en breve recibiras tu Lacasito.

El punto G masculino

Jose

Preguntón


¿Es verdad que el punto G masculino está en el ano? ¿se puede llegar al orgasmo?

Dr. Amor

Sexólogo

Más o menos... lo que conocemos como punto G femenino (el "de toda la vida") es una pequeña área de la zona genital femenina cuya excitación potencia el orgasmo y la eyaculación en muchas mujeres. Por analogía se ha dado en llamar también punto G a la próstata masculina, puesto que estimulada a través de la pared frontal del recto puede llegar provocar reacciones similares.

Que sea posible o no llegar al orgasmo por medio de la excitación sólo de este punto concreto, depende ante todo de tu mayor órgano sexual: el cerebro. La teoría nos dice que casi cualquier parte del cuerpo puede ser erógena con estímulos e imaginación suficientes y que ésta en particular puede jugar un papel importante para el disfrute sexual en ambos sexos.


Dr. Amorfo

Chechólogo

Hola Jose (si es que ese es tu verdadero nombre) qué día más curioso para preguntarte por el punto G en vez de estar comiendo con tu puta familia tus seres queridos. Supongo que esa pregunta se debe a que te has metido un dedo, dos, el brazo y el rodillo de la cocina por el orto y no te has encontrado el punto G. Felicidades, bienvenido al mundo de los orificios de SÓLO SALIDA, pero tú no dejes de intentarlo que, el que la sigue, la consigue. Aprovecha que hoy es VEINTICINCO y a lo mejor con la rima consigues que alguien te encuentre el punto G. Feliz Navidad y besitos en las nalgas.

24.12.07

Vídeos porno o relatos eróticos

Comenzamos con esta nueva sección de encuestas y debate donde esperamos que deis vuestra opinión acerca de temas propuestos. El primero va en relación con el contenido de la página, lo que buscais en papá Google para llegar hasta Lametones y los contenidos que más os gustan y es...

¿Qué os pone más: los vídeos o los relatos?

Esperamos vuestras respuestas en los comentarios. No os corteis, razonad la respuesta, dad vuestra opinión y podremos crear una conversación muy enriquecedora.

Chistes malos navideños

Chistes para ser el alma de las fiestas esta noche... ¡Esconded primero los objetos punzantes que puedan ser utilizados contra vosotros!

En la escuela Pepito presume ante sus amiguitos de saber quién inventó los preservativos.
- ¿Quién inventó los preservativos?
- Los Reyes Magos.
- No puede ser...
- Sí, mi papá me dijo que los Reyes llegaron con dádivas, regalos y con dones.

- ¿Qué es una solterona?
- Una mujer que ha pasado muchas Navidades pero ninguna Nochebuena.

Dos rubias se van al bosque a busca un pino para Navidad. Después de dos horas de búsqueda, una le dice a la otra :
- Bueno, ¡ya está bien! El próximo pino que veamos lo cogemos, ¡tenga o no tenga bolas!

Un matrimonio de ancianitos:
- ¡Fegiz ane uego!
- Pero Raimundo, cómo que feliz año nuevo, si no es Navidad.
- ¡Fegiz ane uego!
- Pero qué dices, carcamal, si estamos en agosto.
- ¡Fegiz ane uego!
- A ver, espera que te pongo la dentadura, que no te entiendo...
- ¡¡Felisa, me muero!!

Se encuentran dos niños:
- Pedrito, ¿Qué te ha traido Papa Noel esta Navidad?
- Me ha traido una bicicleta, un play station y una moto de agua, ¿y a ti, Juanito?
- Pero... a mi me ha traido un juego de naipes... ¿Cómo puede ser?
- No lo sé, pero si quieres podemos preguntarle a mi madre, que está en su cuarto.
Los niños se dirigen a la habitación y cuando entran, ven a la madre de Pedrito practicandole sexo oral a un hombre.
- Pero mamá- dice Pedrito,- ¿Quén es ese hombre?
- Bueno... dejame ver... él es... Papá Noel - dice la madre, para salir del paso.
Entonces Juanito dice:
- Ahora entiendo... en casa, mi madre sólo deja pasto para los renos!.

Microsoft cierra el chat con Papa Noël por hablar de sexo con los niños

Microsoft ha suprimido un servicio de chat con Papá Noel que ofrecía a los niños a través de su aplicación Windows Live Messenger, tras recibir quejas de que no solo hablaba de temas navideños, sino también de sexo oral.



El Papá Noel virtual preguntaba a los niños cosas como qué regalos querían por Navidad, pero un periodista británico denunció que la conversación derivó hacia temas sexuales mientras sus sobrinas utilizaban este servicio de chat.

"¿Que quieres que me coma qué? Es divertido hablar sobre sexo oral, pero yo quiero chatear sobre otra cosa", respondió inesperadamente el Papá Noel cibernético cuando las pequeñas le preguntaron si le gustaba comer pizza.

Un portavoz de Microsoft ha dicho que los ingenieros de la firma han trabajado para modificar el software y "purificar" el lenguaje de Papá Noel, pero han decidido suprimir el servicio de todos modos. La compañía ha descartado que se trate de un acto intencionado de algún empleado del grupo.

Programas automatizados de mensajería

El Papá Noel cibernético es uno de los programas automatizados de mensajería instantánea que Microsoft ofrece en su servicio de Messenger como, por ejemplo, agentes virtuales de atención al consumidor. Las páginas de internet que ofrecen a los niños línea directa con Papá Noel han proliferado en Norteamérica en los últimos años.

Los niños pueden elegir entre docenas de sitios como SantaClaus.com, Emailsanta.com o Santa1to1.com, que aseguran tener la verdadera dirección de correo electrónico de Papá Noel. Ofrecen, incluso, conversaciones en directo con el polo norte gracias al servicio de telefonía por internet Skype.

En Canadá la compañía de correos Canada Post ha decidido acabar con las montañas de cartas que recibía cada año por estas fechas y ofrece servicio de correo electrónico para Papá Noel en su página web.

Vía: elperiodico.com

23.12.07

Simulador de pajas

KingStroker - Un juego tontito para pasar la mañana del domingo.

22.12.07

22 de Diciembre - Día Mundial del Orgasmo

Una buena excusa para celebrarlo, aunque no os toque la lotería.


En el jardín

Audiencia con el gobernador

Después de haber pasado un par de años tratando de ganarme una audiencia con el gobernador, por fin lo había logrado. Nos conocimos por casualidad en un bar, y le comenté que mi compañía quería brindar sus servicios al estado, por fines de ganancia por su puesto. Le dijo a su guardaespaldas que pagara la cuenta, incluyendo lo que yo debía, y que le avisara al chofer que trajera el auto porque íbamos a ir a su oficina para hablar de negocios.

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En camino a su oficina me hacía muchas preguntas acerca de los servicios que le podía brindar, y yo le contestaba de una manera bastante elocuente, tratando de hacer la mejor impresión posible. Me puse un poco nervioso porque el gobernador se lamía los labios y su vista recorría mi cuerpo entero una y otra vez. Ya que soy bisexual y en ese tiempo ya había tenido relaciones sexuales con más de treinta hombres diferentes, no me quedaba mucha duda de que al gobernador también le gustaban los hombres aunque era hombre casado.

El gobernador era un hombre alto, de por lo menos 2 metros, calvo, con un poco de pancita y columna encurvada, cosa que en verdad es típico en muchos hombres de su edad, ya que tenía unos 58 años. No me resultaba físicamente atractivo, pero me sentía atraído a él intelectualmente, y admiraba el hecho de que era gobernador. Al llegar a la oficina me dijo que en vez de hablar de negocios quería llegar a conocerme mejor, porque no le gustaba hacer negocios con gente que no conocía. Después de prepararme un gin tonic, lo primero que me preguntó fue que si me gustaban las mujeres, los hombres, o los dos. Le dije que me sentía atraído a personas de ambos sexos. En eso llegó su guardaespaldas y se sentó con nosotros en el despacho del gobernador. Me dijo que su guardaespaldas, que se llamaba Juan, tenía una verga muy linda. Mirando a su guardaespaldas le dijo “Muéstrale tu verga, Juan.” Juan se paró y en un abrir y cerrar de ojos sacó una verga de unos 25 centímetros. En verdad era una linda verga. Era del tipo de verga con curva hacia abajo que ya había visto antes y disfrutado en varias ocasiones. Aunque tenía un diámetro de unos 5 centímetros, la cabeza parecía pertenecer a una verga más grande, y esto me llamaba mucho la atención. Casi se me cae la baba.

El gobernador me dijo, “te gusta, ¿verdad?”. - “Pues la verdad es que sí es muy linda”. - “Quiero que le mames la verga, pero quítate la ropa primero”. Me paré y me quité la ropa inmediatamente. Me sentía un poco nervioso porque su oficina tenía muchas ventanas que no tenían cortinas, y era de noche y las luces estaban prendidas. Le expliqué mi preocupación y me dijo que no había problema porque los vidrios eran polarizados. De todas maneras sentí que había más gente mirándome, pensé que de seguro tenía una cámara escondida ahí, y esto hizo que me excitara aun más. La silla en la que se encontraba Juan era bastante alta, asi que cuando me acerqué para meter su hermosa verga en mi boca no tuve que agacharme mucho.

Ví que el gobernador estaba admirando mi culito blanco y escuché que dijo algo relacionado al hecho de que solamente tengo pelo en la cabeza y pelo púbico, y muy poco en las piernas y en los brazos. Empecé con la mamada lamiéndole los huevos a Juan que eran del tamaño de ciruelas. Después de chupar cada huevo por unos instantes, le lamí todo el palo que se ponía cada vez más duro, hasta por fin meterme la punta de su pene en mi boca a la vez que le hacía circulitos con la lengua. Al principio a penas pude chuparme la punta de su pene porque como ya he mencionado era más grande de lo que es normal para un pene, aun hasta para un pene de ese tamaño, pero al excitarme cada vez más, me tragaba más y más de esa hermosa verga mientras saboreaba el líquido clarito que salía de la punta. Se que ese tipo de cosa es normal, pero a este le salía tanto que varias veces pensé que ya había terminado y que me había llenado la boca de semen. A pesar de eso en verdad me gustaba. Tenía la boca llena de una verga enorme con mucho sabor a lechita salada. No sé como hice, pero me tragué toda la verga de Juan. Relajé mi garganta y me aguanté las arcadas lo mejor que pude y me metí toda su verga. Sentí como resbalaba entrando y saliendo de mi garganta, y por fin había logrado lo que había tratado varias veces sin pensar que fuera posible. Aun con la boca toda estirada por el gruesor de su pene, pude sacar la lengua y lamarle los huevos de vez en cuando al tragarme su verga entera.

El gobernador aprovechó la posición en la que me encontraba para masajearme las nalgas y meter sus dedos en mi ano. Escuché como decía detrás de mi lo lindo que es mi culo, decía “qué lindo agujerito, lo tiene bien limpio, ni siquiera apesta. No creo que puedas meter tu verga en este agujerito Juan, que lo tiene muy chico. Mira lo perra que es Juan, le encanta tu verga, se la come toda, creo que le llega hasta el estómago. Y le encanta Juan, lleva todo el rato con su verguita parada, en verdad le gusta, ¿te gusta, perra? ¿te gusta?”. Yo gemía que sí sin sacarme la verga de mi boca, y el gobernador empezó a darle cachetadas a mi culo pero con muchísima fuerza. Me preguntaba que si me gustaba chuparme esa verga tan enorme y como yo no me sacaba la verga de mi boca no me entendía cuando le decía que sí, y me pegaba cada vez más fuerte. Ya estaba por llorar del dolor que sentía cuando tuve que dejar de mamarle la verga tantito para decirle que sí. Juan aprovechó para ponerse un condón, y el gobernador dijo “vamos a ver cuanto de gusta que te coja por el culo con ese pene gigantesco. Juan se puso detrás de mi, y eché un salivazo a mi mano y con eso me lubriqué el ano para lo que estaba por suceder. Me cogió sin merced. Al principio sentí un poco de dolor cuando me metió esa cabeza enorme, y sentí un poco de dolor cada vez que me metía la verga entera. Aun asi me encantó. Creo que me movía hasta más que él, levantando mi culito lo más que podía hasta sentir el borde de la cabeza de su pene salir de mi ano, y luego me la enterraba de una sola embestida, cada vez más rápido hasta que ya no era posible aumentar la velocidad y su pene entraba y salía unas dos veces por segundo. Mis nalgas se sentían como gelatina en un terremoto. Mis piernas temblaban y yo seguía gimiendo como una perra. Los huevos de Juan golpeaban contra los míos a un ritmo que parecía imposible de mantener pero sin embargo no se detenía.

De repente sentí que su verga se puso más tiesa, y sentí el calorcito de su leche aun adentro del condón. Después de eso le chupe la verga al gobernador mientras su guardaespaldas miraba. No me gustó tanto porque lo tenía como del tamaño del mío que es de unos 15 centímetros, y tenía un gusto más amargo. De todas maneras lo hice porque él me lo estaba pidiendo. Sentí que estaba por acabar y al sacar su verga de mi boca me lleno la cara de esperma. Me citó para la próxima semana y me dijo que iba a invitar a un amigo que tenía una verga que era más grande que la de Juan. Le dije que no me parecía posible pero que ahí iba estar para verificarlo. Su chofer me llevo de regreso al bar y me dejó ahí. Un moreno se acercó y ofreció comprarme un trago. Le dije que sí, y varios de los hombres me miraban medio riéndose. Pronto me di cuenta de que era porque todavía traía la cara embarrada de la esperma del gobernador. Después les cuento lo que pasó luego, y la próxima semana en la oficina del gobernador.

19.12.07

Nuevas experiencias

Todo empezó como por casualidad. Tantos años juntos, explorándonos, gozándonos mutuamente, habían hecho recaer cierta rutina sobre nosotros. Desde hacía tres semanas lo habíamos acordado. Visitaríamos un bar de ambiente liberal, que es como se denomina a esa clase de locales. Teníamos claro que sólo sería una incursión ilustrativa, para saber qué tipo de ambiente se da en esos locales. Esa noche daríamos el paso de despejar nuestras dudas y descubrir nuevas formas de excitación.

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Al llegar a la puerta del local sentí un impulso enorme de dar pasos atrás y volver por donde habíamos llegado. Llamamos a la puerta y un señor muy amable nos invitó a pasar, no sin antes explicarnos en qué consistía aquello. Al poco rato una chica nos enseñó las distintas dependencias del pub y poco después estábamos con la primera copa en la mano. Nos sentamos en dos cómodos sillones, en la parte de los reservados, mientras saboreábamos nuestras bebidas y comentábamos la primera impresión recibida. El ambiente era cálido y acogedor, aunque un poco inquietante, por la desconfianza que aún sentíamos.

Observando a mí alrededor pude ver a varias parejas que se entregaban a distintas caricias y juegos pero siempre dentro de los límites de lo "normal". De todas las dependencias que habíamos visto nos decantamos por la sala de baile oscura. La oscuridad de su interior era asombrosa, opaca, se podría decir que sólida. Hicimos la primera aproximación pero salimos de ella rápidamente porque la sensación de indefensión era tremenda. Hablamos y decidimos volver a entrar pero asumiendo las consecuencias. Mientras bailábamos en el interior noté como algunas manos desconocidas me rozaban los glúteos y otros dedos furtivos rozaban mis brazos y los hombros de ella. Ella estaba incómoda porque no le agradaba que otras manos la tocaran pero traté de tranquilizarla con besos y caricias. Al poco tiempo le propuse que nos separáramos y diéramos rienda suelta a la imaginación. Debía ser una gran experiencia dar una vuelta por el habitáculo y descubrir las sorpresas escondidas en cada rincón.

Para mi desagrado empecé a tropezar con hombres, o eso creía, debido a su corpulencia, pero no tardé en dar con una mujer. Extendí las manos y las posé sobre sus senos. Eran firmes y no demasiado abundantes pero el calor de su cuerpo me excitó. Ella se acercó a mí y puso su culo sobre mi entrepierna mientras seguía con el baile. Yo masajeaba sus pechos mientras besaba su pelo pero pronto giró la cabeza y me ofreció su boca y nos besamos con frenesí. Mi miembro erecto presionaba sus nalgas y sus manos se posaron sobre mi mano izquierda y tiraron de ella hacia abajo hasta llegar a la altura de sus ingles. Para mi sorpresa ya había otra mano entre sus piernas y me susurró que yo también la acariciara. Deslicé mi mano sobre el vello de su pubis y pronto noté la humedad de su sexo, a la vez que sentía la otra mano entrar y salir rítmicamente de su interior. Una mano se posó sobre mi bragueta y comenzó a presionar con fuerza mi polla que estaba tremendamente dura.

Al poco rato sentí que sus gemidos se hacía cada vez más fuertes y pronto noté como una oleada de flujo inundaba su sexo como consecuencia de los masajes. Se corrió casi en silencio, sin dejar de besarme. Apartó las manos de su concha, se dio la vuelta y me dijo que si quería que fuéramos a una de las habitaciones de la parte de arriba. Le dije que me acompañara a la zona de fuera para hablar con ella y accedió.

Cuando salimos la pude ver. Era una mujer de algo más de cuarenta años, con pelo rubio típico de las mujeres de esa edad. Era realmente voluptuosa, sus anchas caderas y sus prietas nalgas hacían las delicias de cualquier hombre que supiera apreciar los encantos de una mujer. Le expliqué que mi pareja se encontraba dentro de la sala de baile y que lo que había ocurrido en el interior no estaba dentro de los planes, mi temor de que ella se enfadase y mis dudas sobre su proposición. Mientras dialogábamos miré hacia un lado y vi a mi pareja sobre uno de los sillones. Estaba acompañada por un hombre de los que le gustan, alto, fuerte, con unas inmensas manos que paseaban sobre toda su anatomía. Al fijarme bien me percaté de que ella estaba acariciando su sexo, mientras se besaban con desenfreno. Mi acompañante me miró y me dijo que ya no debía tener dudas sobre qué hacer. La cogí de la mano y juntos nos acercamos donde estaba Alicia. Al verme esbozó una sonrisa que me excitó muchísimo. Era una sonrisa muy sexual, como dejando a las claras lo bien que lo estaba pasando. Su acompañante no dejó pasar más tiempo y la cogió por la barbilla y volvió a besarla, pero esta vez aún con más fuerza, mientras pasaba una de sus manos por sus tetas y la otra por su generoso culo. Ella se dejaba hacer con naturalidad y yo estaba cada vez más cachondo. Le dije que me iba hacia la parte de arriba con mi nueva pareja y, sin perder más tiempo, nos dirigimos hacia las habitaciones.

Nuestra primera intención era ocupar una de las habitaciones que se podían cerrar desde dentro pero, al ver que todas estaban ocupadas, decidimos meternos en la que tenía una cama anormalmente grande y que no tenía la posibilidad de ser cerrada desde dentro. La tendí suavemente en la cama y comencé a acariciar sus piernas desde los tobillos hasta sus muslos con suavidad, sin prisas, delicadamente. Quería que disfrutase como nunca lo hubiese hecho por reafirmar mi condición de macho, realmente tocada por el espectáculo que me había ofrecido Alicia en los reservados. Pasé mi lengua por la cara interna de sus muslos hasta las ingles, rozando con los labios su sexo y dejando que mi aliento acariciase cada rincón de su vulva. Ella se retorcía sobre la cama y sus ruidos guturales me animaban a seguir un poco más con las caricias. Me recosté sobre su lado y pasé mi lengua sobre sus pezones, por encima del sujetador, humedeciéndolo, para después soplar ligeramente sobre la tela y ver cómo se endurecían. Eso la excitó muchísimo y me pidió que la acariciase, quería sentir otro orgasmo. Desplacé una de mis manos hacia abajo y tiré de sus braguitas para que se introdujeran entre sus labios. Una vez que comenzó a sentir la presión empecé un movimiento de vaivén con la intención de estimular su clítoris con el roce de la prenda. Ella se estremecía y su mano se colocó sobre mi cabeza y me presionó para que mordiera sus pezones. Succionaba unos de sus pechos y con él dentro de la boca pasaba mi lengua sobre el pezón y comenzó a gritar. Su orgasmo fue evidente y el dulce olor a sexo comenzó a inundar la habitación, lo que hacía aún mayor mi excitación.

Se incorporó en el colchón y me hizo tumbarme en la cama. Desabrochó mi pantalón y liberó a mi verga de la presión. No estaba totalmente erecta porque llevaba demasiado tiempo excitado pero ella la introdujo en su boca y comenzó a chupar.

Mientras me deleitaba con su mamada apareció en la habitación Alicia con su nueva pareja y se tumbaron justo a mi lado. Ella jugaba a ignorarme, como si yo no existiera y se dejó hacer por su acompañante que se afanaba en lamerle las tetas mientras acariciaba su coño. Esto me produjo un enorme calentón y estuve a punto de correrme en la boca de la deliciosa mamona. Alicia se corrió y fue entonces cuando me miró fijamente y me dijo que ahora iba a gozar la espléndida polla que tenía su semental. Se colocó a cuatro patas y le ordenó que la follara sin descanso. Sus gritos y gemidos me pusieron más cachondo que nunca en mi vida, y ver cómo otro la hacía disfrutar me encendió. Mi pareja se colocó encima de mí y, después de ponerme un condón, se introdujo mi herramienta en su gruta y comenzó a saltar salvajemente. Alicia se acercó y me dio la lengua, me la introducía en la boca con desesperación y su aliento me asfixiaba por lo rápido que era. Cuando estaba a punto de correrme ella paró. Se giró y se introdujo la polla en el culo, dándome la espalda. Era muy angosto y resultaba irresistible el movimiento en su interior. Tras varias culadas me vertí en su interior. Alicia, atenta a la jugada, se sentó en la cama y se decidió a mamar con fruición la verga de él, mientras yo la miraba con asombro, ya que era capaz de meterla entera en su boca. Me incorporé y comencé a tocarme la verga, que estaba ligeramente flácida, pero pronto se puso en forma otra vez. Me arrodillé y le acerqué mi estaca a la cara. Ella sacó el otro miembro de su boca y comenzó a pasar la lengua alternativamente por ambas pollas, mientras la otra mujer comenzó a pasar su lengua por mi escroto. Fue algo superlativo y en poco tiempo sentí como volvía a estar a punto de eyacular. Cuando vi cómo el otro hombre descargaba su semen sobre la cara de Alicia no pude aguantar más y estallé en otro abundante orgasmo que terminó de inundar la cara de Alicia. La otra mujer se incorporó y empezó a besar nuestras pollas, mientras con ambas manos acaricia nuestros huevos. Al poco rato decidimos irnos a la ducha y nos fuimos dejando a los desconocidos en la cama, que ya empezaban a dar muestras de actividad.

Tras asearnos volvimos a casa y desde entonces hemos repetido estas y otras experiencias que serán narradas en posteriores entregas.

Laaaa lecheraaaaaaa

Ya sabéis, un vasito de leche ¡Y pa cama! (¿o era al revés?)

Lametón en el Jacuzzi

¡Ñam!

Hoy no es 25...

...Pero ya sabéis con qué rima.

18.12.07

Deseo irrefrenable

Tengo que reconocer que desde que mi marido me había comentado como nuestro hijo me miraba últimamente de otra forma y que le había notado excitarse al hacerlo, algo había cambiado en mi comportamiento. Aunque, quizás por mi educación por ese puritanismo que nos han enseñado me negaba a aceptar que eso pudiese ser así, se lo negaba a mi marido y me negaba a creerlo pero lo cierto es que quizás inconscientemente en un principio empecé a hacer cosas para probar si eso era cierto.

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Me di cuenta que cada vez me paseaba por casa con menos ropa cuando estaba Jorge y, que sin querer, me dedicaba a controlar sus reacciones, sus miradas, en fin a tratar de saber si se excitaba o no como decía su padre.

Una mañana todas mis dudas desaparecieron. Como todos los días me había levantado a preparar los desayunos, Alberto mi marido estaba en el baño afeitándose y Jorge entró como siempre a la cocina a desayunar, me dio un beso, y se sentó a la mesa. Siempre solía ir en slip y camiseta. Yo, como ya he dicho, no se si consciente o inconscientemente, o eso quería creer, últimamente solía ir muy cómoda. Ese día me acuerdo que llevaba una bata corta de raso que me llegaba justo debajo las nalgas, atada con un cinturón y, aunque suelo dormir con bragas, las había echado al cesto de la ropa sucia y no llevaba nada. Lo cierto es que me pase todo el tiempo agachándome a coger cosas que se me caían, si lo hacía de frente Jorge podía verme las tetas por el escote abierto de la bata, tengo además una 100, es decir unas buenas tetas, y si lo hacía de espaldas le dejaba ver todo mi culo y esa parte que se ve además desde atrás con el vello negro ahí aunque el resto tenga teñido de caoba. Al irle a servir el colacao y las tostadas le ofrecí la vista de nuevo de mis tetas que asomaban por la bata medio abierta, y vi como una de sus manos estaba debajo de la mesa. De nuevo me agaché pero esta vez para con disimulo mirar donde estaba la mano de mi hijo. Una sensación de vergüenza, de nerviosismo y creo que también de excitación me recorrió como un latigazo cuando vi que su mano agarraba su pedazo de mástil que parecía querer romper el slip. Nerviosa y excitada salí rápidamente de la cocina con la excusa de ir a buscar a Alberto para que no se le enfriase el desayuno.

Esa mañana cuando me quedé sola en casa no hacía otra cosa que pensar en el bulto de mi hijo y en lo que me decía mi marido sobre como le excitaba a Jorge. Sin darme cuenta, sentada en la taza del baño, me sorprendí con la bata abierta, tocándome, con mis labios abiertos, húmedos y mis dedos jugando con mi clítoris. Me miré en el espejo que ocupa todo el frente del baño, me vi los pechos con los pezones rosados duros y excitados, me los acaricié. Venciendo la vergüenza de pensar que estaba así por la excitación que le producía a mi hijo, y no se si siendo consciente que me había puesto así viéndolo como un hombre que quería follarme, que podía hacerlo. Estos pensamientos me llevaron a sentir, cuando mis dedos se metían en mi vagina una y otra vez, que era la polla de mi hijo, de Jorge, la que entraba y salía de mi, la que en aquellos momentos me estaba follando con el ímpetu, con la fuerza, con el ardor de un chaval, de un joven en plena efervescencia. No tardé en sentir un orgasmo intenso, profundo y muy rico cuando imaginé la leche caliente de mi hijo llenándome la vagina. Abrí los ojos y de nuevo me miré en el espejo, con mis pezones aún duros y excitados, abierta de piernas y notándome muy mojada sentí la sensación de ser una zorra. Pero desde aquel día, desde aquella mañana, mi cabeza no hacía más que pensar en eso. Por supuesto no le comenté nada a Alberto, me daba una vergüenza tremenda el solo reconocer que tenía razón, mucho menos el contarle que excitada como pocas veces, me había masturbado pensando en mi hijo follandome y dejando toda su leche dentro de mi.

A partir de aquel día todo cambió en mí, ya no podía dejar de pensar en mi hijo, no podía dejar de pensar en aquel hombre que tenía en casa, me masturbe un montón de veces pensando en mi hijo follandome. Creo que hasta mi relación con Arturo cambió. Ahora era mi hijo el que despertaba mis instintos el que hacía que me mojase casi todos los días. Hasta que una mañana, Jorge había terminado los exámenes y no tenía que ir a la Universidad, lo oí levantarse y meterse en el baño, eran como las diez, no sé que me pasó, pero sin apenas pensarlo, me quité la bata que llevaba y me quedé, esperándolo en la cocina, con un camisón corto casi transparente de verano, dudé en quitarme también las bragas pero no me atreví, y esperé a que viniese a la cocina a desayunar. De espaldas, preparándole las tostadas, sentí su mirada, sentí que en silencio me observaba desde la puerta, yo hice como que no me había dado cuenta que estaba allí. Como una autentica zorra caliente, sin poder evitarlo, hacía movimientos que dejasen mi culo a su vista con mis bragas metidas entre las nalgas. Lo sentí acercarse silencioso, a la vez que me daba los buenos días y un beso en el hombro sentí su pene duro como una piedra apretarse contra mi culo, al momento mi cuerpo se electrizo y sentí un calor intenso entre mis piernas. Sin apartar su polla de mi culo, sintiéndola acomodarse entre mis nalgas, y sin hacer yo tampoco nada por apartarme, me cogió por la cintura, y me preguntó que preparaba. Casi sin respiración, y sin valor para darme la vuelta y mirarle, le contesté que unas tostadas. Sentía como me iba mojando, sentía el calor de mis deseos. Él seguía allí, sentía como le palpitaba el pene, me miré los pezones estaban disparados bajo el fino camisón, notaba como me mojaba más y más, que vergüenza no podía volverme, ¿por qué me habría quitado la bata? Las tostadas ya estaban, pero no podía volverme y tampoco quería, el gusto que sentía al notar la polla de mi hijo me estaba volviendo loca, hubiese querido darme la vuelta y sentirla sobre mi vientre, agarrarla y besándola llevarla hasta dentro de mi, ser follada allí en ese momento por mi hijo. Pero la vergüenza, los prejuicios y la educación me tenían inmóvil, no me dejaban ni respirar. En ese momento Jorge se separó de mí, y se fue a sentar a la mesa, aproveché el momento que volvió la espalda para dejar las tostadas encima de la mesa y salir de la cocina. Me fui a mi dormitorio a buscar la bata, estaba temblorosa y sudaba, mis pechos parecían que iban a reventar y tenía toda la braga mojada, mirándome en el espejo me pregunté como podía estar así por mi hijo, pero me gustaba no lo podía remediar. Sin pensarlo metí mi mano bajo la braga y noté mis labios abiertos, mojados y calientes, que rico que bien estaba. De pronto se abrió la puerta y entró Jorge, - mamá ¿te pasa algo? Te he notado temblar. Se me acercó, yo había sacado la mano rápidamente, se colocó frente a mí y trató de disculparse diciendo que igual me había molestado, pero que se levantaba de la cama muy excitado y que tenía la madre más guapa del mundo. Yo seguía con mi camisón corto y las bragas empapadas.

Al sentir su cuerpo rozar el mío para darme un beso, sentí de nuevo esa sensación de deseo de pasión. Sentí su bulto volverse a pegar a mi, aunque ahora no estaba duro, me dio un beso en la mejilla sin despegarse, enseguida noté que volvía a crecer su pene dentro del slip. En ese momento yo le abracé diciéndole que no se preocupase que eran cosas normales. Ahora si sentía como había deseado su polla dura golpearme el vientre, no me separé, no podía. Mientras estábamos pegados yo le hablaba de la naturaleza de los chicos, de las cosas que eran normales, etc. notaba como el se restregaba contra mi, notaba su polla apretarme el vientre y según hablábamos la movía y movía y había crecido como no podía imaginar. Había apoyado sus manos en mis caderas mientras yo acariciaba su cara tratando de calmarle, aunque la que estaba disparada estaba yo, notaba mis tetas que iban a reventar clavar los pezones en el pecho de mi hijo. Él seguía frotando su pene contra mi vientre a la vez que me apretaba contra él cogida de las caderas. No podía aguantar, quería, necesitaba ser follada por aquel muchacho, por mi hijo. Sin poderlo evitar le cogi por las nalgas y yo también le apretaba contra mi.

Sus manos se metieron por debajo de mi camisón hasta agarrarme las nalgas, con los ojos cerrados arrimé mi mejilla a la suya, le deseaba, sus dedos, apartando mi braga empezaron a recorrer la raja entre mis nalgas, yo movía las caderas como una zorra caliente para sentir su polla golpearme el vientre. Empecé a bajarle el slip, con mis manos en su culo tiraba de él hacia abajo, pero su polla, tiesa, dura como un palo, no me dejaba bajárselos. Llevé mis manos hacia adelante hasta liberar aquel pedazo de carne que estaba a punto de reventar. Quería sentir toda su leche en mí, necesitaba ser follada por mi hijo, necesitaba ser follada en aquel momento. Me aparté, le cogí de la mano y le llevé hasta la cama, le di un beso en la boca y comencé a bajarme las bragas, él me miraba, yo con la vista baja no me atrevía a mirarle. Pensé en quitarme el camisón también y tumbarme para que se abalanzara sobre mi y me follara, no pude, me coloqué de espaldas a él, me abrí de piernas y me acerqué para que desde atrás me follara, sentí una cabeza enorme entre mis labios deseosos de que entrase en ellos, y lo hizo aquel tizón encendido se clavó en la vagina caliente, mojada y deseosa que su madre le ofrecía. Empecé a menear mis caderas como una perra en celo, a sentir como entraba una y otra vez llenándome la vagina, haciéndome gozar como nunca lo había hecho. Me cogía de las caderas y la clavaba una y otra vez haciendo que mis tetas bailaran a su son, duras, con los pezones erectos y balanceándose a su ritmo, hasta que noté un calido y cremoso chorro de leche que brotaba llenándome la vagina de la leche de mi hijo. Me corrí, me corrí como pocas veces lo había hecho. Caí boca abajo sobre la cama, sin volverme le dije que marchara a lavarse.

Solo una amiga, Rosa, sabe lo que pasó. Me dijo que era hasta cierto punto normal y que no tenía que darle más vueltas, pero todo ha cambiado, aunque quizás para mejor.

Lucía Lapiedra en Supervivientes

Pues sí, la famosa ex-actriz porno Lucía Lapiedra, actual novia de Pipi Estrada (¿Pipi? ¿Qué clase de nombre es Pipi?) formará parte del maravilloso reparto de Supervivientes, que arrancará oootra vez en enero en Telecinco. Ahora se plantean algunas dudas: ¿habrá escenas tórridas recordando aquellos tiempos de "Posesion"? ¿tendremos alguna escenita rollo bollo con Karmele? qué miedo...

Qué miedo...

Qué miedo... O_O

Yo prefiero recordarla así:





Por cierto, qué gran portada... Los diseñadores quedaron descansados.

La primera vez

Ella es una joven alta de 20 años, delgada, de piel un poco oscura, tetas firmes y grandes, que hacen que todos los hombres que le pasan por el lado la miren, bueno es toda una mujer de isla caribeña. Ella es modelo, un poco de actriz y cantante, así que se pueden imaginar que clase de mujer tengo por novia, una diosa. Es curioso como nos conocimos, y es más curioso como fue que llegamos hasta la cama. No fue fácil acostarme con ella ya que era virgen todavía, pero algo en mi me decía que no me arrepentiría de hacerlo.


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Una tarde salimos a ver una película al cine y al salir me di cuenta que estaba un poco bellaquita, lo sabía por la cara que traía al salir. Me dijo de camino a su casa que no la llevara todavía, que quería ir de paseo antes de llegar. Yo accedí a su propuesta y me dirigí hacia la playa (vivimos en el caribe así que tenemos agua por todas partes).

Allí nos detuvimos a hablar, luego de hablar, como ya saben por experiencia, comenzamos a besarnos. Comenzó besándome el cuello, y luego deslizó su mano hasta mi pantalón agarrándome el bicho. Lo tomó en su mano y lo miró con asombro ya que nunca había visto un pene en persona y mucho menos tan grande (no es por alardear, pero mide mas de 9 pulgadas y es bastante gordo). Su desespero fue tal que lo sacó del pantalón y comenzó a pajearme, un poco torpe por su inexperiencia, pero era sin duda la mejor paja que jamás una mujer me ha hecho.

Yo solo la miraba mientras me pajeaba y miraba a sus dos grandes tetas, no pude más. Quité su blusa y su sostén y comencé a chuparle los pezones. Vaya que pezones, eran grandes, jugosos, duros, bien parados por su excitación y estaban sensitivos ya que era la primera vez que alguien los tocaba. Apretaba esas tetas trigueñas mientras que ella me pajeaba y gemía de excitación, le pedí una mamada pero no lo hizo por miedo a morderme, que luego les contaré.

Yo bajé mis manos hacia su pantalón y lo desabroché, metí mi mano hasta llegar a su coño y descubrí que ella se depilaba allá abajo y esto hizo que comenzara a masturbarla. Minutos después ya nos habíamos corrido los dos a la misma vez. Luego encendí mi auto y nos dirigimos hasta su casa. Ya yo había probado ese coñito tan rico y sin un solo vello y sinceramente quería más. Ella, para ser su primera vez pajeando no lo hizo nada mal, y yo sabia que todavía estaba bellaca.

Pasaron los días y ella solo me hablaba de lo que habíamos hecho ese domingo en la noche. Era todavía otoño y nos encontrábamos en una reunión con unos amigos en mi casa. Antes de la reunión se acercó a mí y me dijo que tenía una deuda pendiente conmigo, la mamada. Yo me quedé idiota con su comentario y me dijo que se la cobrara después de la fiesta. Cuando todo el mundo se fue ella se acercó a mí y me dijo:

- Bueno ya se fue todo el mundo, ¿Qué quieres hacer?

- Tu me debes algo (le dije), quiero cobrar una deuda que tienes pendiente.

- Bueno, te advierto que no sé hacerlo así que no me compares.

- No me importa mi amor, yo te digo.

Me bajó el pantalón, quitó mi ropa interior y procedió a mamármelo. Nunca había sentido una boca tan diestra para mamar. Tomaba mi gran bicho y ponía en su lengua, entraba y salía de su boca, lo raspaba con sus dientes, lo chupaba, sin duda era la mejor mamada que me habían dado. Pero eso no era todo. Se levanto del piso y me dijo al oído:

- Bebé, yo no tengo reflejos en el paladar.

En ese momento la tomé por la cabeza y le introduje todo mi miembro hasta la garganta. Imagínense eso, una mujer que no se atraganta con un bicho en la boca, no se ahoga. La niña era virgen todavía, nunca había chingado y mucho menos mamado, pero a la hora de venirme saqué el bicho y me dijo:

- ¿Que haces?

- Me voy a venir

- Y... ¿Porque lo sacas?

- Porque me voy a venir

- ¿Para que está mi boca?

Cogió el bicho en sus manos, lo apretó y se lo metió nuevamente en la boca para que derramara toda mi leche dentro de ella. Su primera mamada, su primer lechazo en la boca. Me limpio la cabeza con la lengua y se tragó toda esa leche, yo estaba petrificado, estaba cumpliendo mi fantasía de adolescente. Una mujer virgen, sin experiencia, que al momento de ver mi verga se transformara en tremenda diosa de la bellaquera. Eso fue lo que pasó.

Mi tarde no terminó ahí, luego la llevé al cuarto y comencé a desnudarla. Nunca la había visto completamente desnuda, era espectacular. La besaba, la mordía, la apretaba, tiraba de sus pezones, la lamía, hasta llegar a su chocha. Ahí estaba, depilada completamente, mojada como nunca y latiendo porque sabía que pronto iba a tener lo que quería.

La abrí con mis dedos y comencé a lamerla, que chica más rica. Ella gemía del placer desconocido que le provocaba mi lengua. Me vi tentado a meter un dedo, pero no lo hice, sin avisar tuvo su primer orgasmo en mi boca. En ese momento me dijo

- Métemelo por favor, hazme mujer de una vez, no me tortures más.

Tomé mi bicho, que estaba a punto de estallar, y lo introduje poco a poco. Penetrar ese coñito virgen no tiene explicación. Piel con piel, mi miembro haciéndose camino en su himen, moldeando su vagina y ella, gimiendo y gritando de placer. Me pedía mas y yo trataba de dárselo suavemente para que no le doliera. La sentía haciéndose mujer bajo mi cuerpo y yo lo metía hasta lo más hondo de su ser.

Ella me mordía, me gritaba que se lo empujara mas duro, que ya se iba a venir, que con semejante bicho no sabía porque se había tardado tanto en perder su virginidad conmigo. De repente sentí algo nuevo para mí, un orgasmo de mujer. No un orgasmo cualquiera, fluido salió de su vagina y bañó mi pene y mojó mi cama. Mi novia tiene un talento que no todas poseen, y era mío. Al sentir eso no tuve mas opción que correrme. Inundé toda su vagina y mi semen, de tanto que era, se desbordó cayendo sobre sus fluidos en mi cama.

Nos quedamos abrazados en un orgasmo. Nos besamos, lloramos un poco, y pedí perdón si en algún momento le había dolido, a lo que ella contestó:

- Papi, vamos otra vez

Nos metimos en la ducha, y ya se pueden imaginar en que acabó todo.

Aquellos peludos años 70...

La novia de un cliente

El relato que os narro a continuación aconteció hace cinco años, cuando yo estuve trabajando en la agencia de detectives privados de un amigo mío. Yo tenía la sección de parejas, y todo lo relativo a problemas en ellas, infidelidades, o malversación de dinero hacía yo la investigación. Llevaba cinco meses en la empresa, y ya había realizado bastantes casos, cuando a mi amigo le entró un chaval denunciándonos que pensaba que su novia estaba con otro chico, así que del caso me ocupé yo.

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La novia se llamaba Penélope, me entregó una foto para poderla reconocer, era rubia con el pelo ondulado, con pecas, carita angelical muy guapa, alta, delgada y con pechos medianos. Igualmente me dio la foto de varios amigos y amigas con las que solía estar. El primer día hice el aguardo en su casa, que era la misma que la del novio ya que vivían juntos, salió él, y al rato entró una de sus amigas, Mónica, morena, con el pelo largo, no muy guapa, estatura media, delgada y con pechos medios. A la hora salieron las dos, estuvieron de compras un rato, y después cada una se fue por su lado.

Al otro día salió ella sola, y tomó un café con dos chicos, Pedro y Ramón, estuvieron dos horas en el café, y cuando terminaron se fueron cada uno a su casa. Estábamos ya en el tercer día, un viernes, cuando el joven nos informó que el fin de semana estaría fuera, que seguramente la novia aprovecharía esto, yo le informé de las cosas que podíamos hacer, y el se decantó por seguir siguiéndola e instalar cámaras en su casa, así que me dio la llave y por la tarde hice la instalación, el chaval ya por esos entonces se había ido de viaje. Esa noche no hubo movimientos, ella no salió de casa.

La noche del sábado, Mónica entró en su casa por la tarde noche, y después salieron las dos, decidieron ir a bailar en el coche de Mónica a una discoteca de un pueblo cercano a Huelva, las dos estaban espectaculares, Penélope llevaba un vestido negro muy escotado, por lo que se le notaban sus hermosos senos, Mónica portaba unos vaqueros ajustados con una blusa blanca. Entraron en la discoteca y yo lo hice detrás de ellas, vieron el ambiente un rato y después se fueron a la barra, pidieron una copa y estuvieron hablando un tiempo. Transcurrido bastantes minutos, se pusieron a bailar, estuvieron en la pista un rato, hasta que después pidieron otra copa y se sentaron un rato, mientras se la tomaban seguían hablando. Más tarde, otra vez se pusieron a bailar, esta vez la música era tipo salsa, ellas bailaban de manera muy sexy, se rozaban espectacularmente, como si fueran una pareja, agarradas de la cintura y contorneando sus cinturas, cada vez estaban más cerca una de la otra, bailaban muy pegadas, cada una sentía el cuerpo de la otra.

Pasados unos minutos, cambiaron el ritmo y pusieron música lenta, romántica, estuvieron bailando pegadas como si fueran una pareja hasta la mitad de la canción, momento en el que Mónica se lanzó a por la boca de su amiga, y le propinó un buen beso a Penélope, quien le correspondió, sus lenguas se entrelazaban, mientras se besaban, Mónica acariciaba a su amiga por encima de la ropa, todo esto continuó mientras la música lenta continuaba sonando. Al rato, se acabó esta, y las dos se fueron de la pista, y a continuación de la discoteca, después se metieron en el coche, las seguí y se dirigieron a casa de Penélope, una vez allí estacionaron el coche y subieron para arriba, yo abajo en mi coche, encendí el ordenador, donde podía ver la casa por dentro. Se pusieron en el salón, y sin demora Mónica se quitó la ropa, quedándose únicamente con su ropa interior azul, posteriormente se bajó las braguitas, y dejó al descubierto su afeitado coñito, seguidamente, Mónica le cogió la mano a Penélope y la puso sobre su pubis, estaban muy excitadas. Empujada por la excitación que tenía en esos momentos, Penélope no pudo evitar meter su mano en la entrepierna y acariciar muy suavemente su clítoris, Mónica suspiraba, y dejaba que siguiera con la mano ahí, Penélope no podía dejar de meter su dedo en la rajita de su amiga, mientras Mónica se quitaba lentamente el sujetador, dejando sus pechos al aire, firmes, duros y hermosos, no tardando Penélope con la mano que tenía libre en empezar a acariciarlos, su amiga se estremecía.

A continuación, Penélope la invitó a seguirla para ir ha tirarse sobre la cama del dormitorio, sus bocas se unían en un profundo beso, suave y cálido, lleno de deseo, rozaban sus cuerpos, haciendo que sus pechos se juntaran y que los pezones se pusieran mucho más duros, Penélope se dirigió al pezón de su amiga, el cual estaba duro, hermoso, en todo su esplendor, no podía dejar de comerse ese manjar, quería para ella ese cuerpo generoso. Con su lengua fue recorriendo todo su cuerpo, hasta llegar a su rajita, la cual estaba muy húmeda, sus labios y su clítoris estaban hinchados, y cuando sintió la lengua de Penélope, hizo que Mónica diera un salto y gritara de placer, comenzó a moverse y le decía que por favor no parase, que le encantaba, que se corría, al verla y escucharla de que manera estaba reaccionando, Penélope imprimió más velocidad a su lengua, quería que se corriera en su boca para tragarse todo ese líquido que saldría del coñito caliente de su amiga, pasaba su lengua por toda la raja, entreteniéndose en el clítoris y en la entrada de la vagina. Momentos después, Mónica reventó y llegó al orgasmo, gritaba alocadamente, llenó la boca de su amiga de sus fluidos. Cuando Mónica se repuso, se tumbó boca arriba en la cama y le ordenó a Penélope que pusiera su coñito en su boca, entonces Penélope fue desnudándose de manera sexy, hasta quedar completamente desnuda, ella quería que la lengua de Mónica masajeara su entre pierna y disfrutar de sus movimientos.

Segundos después le puso el coño encima de la boca, Mónica empezó a lamer sus labios, a morderlos, para a continuación meter el apéndice en la raja de Penélope, la cual también estaba rasurada, lo que le encantó a ella. Mónica lamía arriba y abajo, chupaba los labios de su amiga, con sus manos jugaba con los senos de Penélope, a la cual le encantaba. Más tarde se dedicó al clítoris de Penélope, lo lamía fuerte, lo mordía, lo estiraba, estaba trabajándolo gustosamente, el cuerpo de Penélope temblaba, Mónica seguía lamiendo el clítoris y le introdujo un dedo en la vagina, empezando a acariciar el punto g de ella, dándole el doble de placer, lo que Penélope agradecía.

Pasados unos minutos, Mónica metió su lengua en el culo de Penélope, el cual lamió hasta dejarlo muy mojado, estaba lubricadísimo, y de vez en cuando le metía la punta de la lengua en él, a lo que Penélope respondía con un saltito, luego le introdujo un dedo en su ano, lo que la hizo gritar de placer, lo movió delicadamente durante un tiempo por el culo de Penélope, la cual disfrutaba con esto, Mónica tras ver que le gustaba, metió otro dedo, su estrecho agujero se los tragó, los movía en círculos, y con la otra mano acariciaba su rajita, Penélope no tardó en correrse, soltó suaves gemidos, y se quedó tumbada boca abajo sobre Mónica, quien lamió sus jugos.

Al rato, Penélope se puso de pie y después se colocó en los pies de Mónica, la giró, y la puso a cuatro patas, y sin demora empezó a lamer el culo de su amiga hasta que estuvo bien lubricado, después empezó a meterle un dedo y seguidamente otro en la vagina, para después con la otra mano introducirle un dedo por su ano, a Mónica le dolió un poco, pero disfrutaba, Penélope movía sus dedos en la vagina y el dedo dentro de su culo. Mónica no aguantó mucho con la doble penetración, y llegó una vez más entre gemidos al orgasmo, sus fluidos le caían por las piernas, Penélope los lamía, hasta que cuando terminó, se dieron un abrazo y empezaron a sonreír, les había gustado la sesión de sexo. Pasaron un tiempo tumbadas en la cama, hasta que Mónica empezó a vestirse, bajo la mirada atenta de Penélope, cuando terminó, esta última se acercó a su amiga y le dio un cálido beso de despedida, y a continuación Mónica se fue, bajando al instante. Con lo grabado llamé al otro día al cliente, el cual se quedó muy sorprendido a ver el video.

Homer homenajea a Noah

Supongo que todos recordaréis el vídeo de Noah, ese chico que montó 6 años de fotos, día tras día, en un vídeo de YouTube que ya dio la vuelta al mundo varias veces.

Haciendo memoria:



Pues en el capítulo 19x09 de los Simpsons, han decidido rendirle homenaje. Homer takes a picture everyday for 39 years! parece que están de moda los cameos tv-internet, en cualquier caso, no tiene desperdicio:

17.12.07

Enjuto mojamuto 02 - La cibernovia

Nieve

Una señora se va sin su esposo a un Congreso a Cuba.

Cuando llega al hotel de La Habana encuentra en su habitación a un negro de dos metros desnudo con unos atributos que quitan el sentido.

Hacen el amor una y otra vez hasta que amanece... ella le pregunta:

- Mi amor ¿cómo te llamas?"

-No te lo pienso decir porque te reirías –contesta él-.

Y así día tras día durante una larga semana hasta que llega el día de regreso al pueblo, en España.

El "cubanito" la acompaña al aeropuerto. Y una vez más y antes de despedirse le pregunta:

- Por favor, no me dejes ir así, dime cómo te llamas.

- Prométeme que no te vas a reír –le dice- ... Me llamo Nieve.

La señora suelta una gran carcajada...

El cubano le dice

- Ves como te reíste..."

Y responde la señora:

- No me reído de tu nombre, sino de la cara que va a poner mi marido cuando le diga que estuve una semana en Cuba con 35 centímetros de nieve.

16.12.07

Footing en la playa

Conocí a mi mujer en un complejo deportivo que hay en mi ciudad. Ella es profesora de aeróbic y yo soy fisioterapeuta. Por entonces estaba con un equipo de fútbol sala y después aprovechaba para hacer pesas o nadar. En el gimnasio fue donde vi a Sonia por primera vez. Todos los hombres cada vez que entraban le echaban el ojo encima. Sonia tiene el pelo castaño y largo, aunque suele llevarlo recogido casi siempre. Sus pechos son pequeños pero bien formados y lo que más me gusta es de cintura para abajo. Tiene el mejor culo del mundo, y una piernas que sin no ser demasiado alta, si las tiene preciosas. El roce diario y una lesión que tuvo, la acercaron más a mí. Lo cierto es que nos llevamos pocos años de novios, dos años, cuando nos decidimos a casarnos.


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Nuestra relación era bastante buena y más cuando conseguí que me contratasen en el complejo. Yo, de vez en cuando, me metía en algunas de sus clases. También nadábamos juntos en la piscina olímpica climatizada con la que disponía dicho complejo. Como el complejo estaba junto a la playa, aprovechábamos para hacer un poco de footing. Lo cierto es que cuando íbamos a correr a la playa y llegábamos a una distancia bastante lejos de la ciudad, cerca de las dunas, durante el estiramiento nos gustaba tocarnos e incluso hacíamos el amor entre las dunas. Solíamos correr durante todo el año y era normal que en algunas épocas la playa estuviera sola para nosotros, puesto que corríamos bastante.

Hace dos años, por el mes de Septiembre, nos ocurrió algo que cambió nuestra vida sexual. En verano solíamos correr por la tarde sobre las nueve. Es lógico que cuando corres te fijes en las demás personas que, al igual que nosotros, practicaban el footing. Me llamó la atención una pareja. Ella era morena tanto de pelo como de piel. Su bronceado era prácticamente perfecto. Sus ojos azules y una cara realmente bien estructurada, hacían que fuese casi imposible no fijarse en ella. Llevaba un top azul marino que dejaba su barriga al descubierto. El sudor marcaba sus pezones en la fina tela. Por debajo unas mayas que hacía conjunto con el top. Por detrás se le podía distinguir, por el sudor, las líneas del tanga que llevaba puesto. Él era un poco más alto que yo. También bastante bronceado. Se podía observar una mayor robustez gracias a su camiseta de tirantes negra. También llevaba unas mayas de ciclista negras que dejaban ver unas piernas más delgadas que las mías pero más fibrosas. Más adelante supimos que se llamaban Helen y Eric. Eric practicaba Judo y Helen hacía aeróbic. Trabajaban en un hotel de la ciudad de relaciones públicas. Llevaban diez años en España aunque solo uno en mi ciudad. Al parecer eran franceses.

El caso es que poco a poco al vernos tan a menudo, pasamos de no saludarnos a hacernos un breve gesto cada vez que nos cruzábamos. La verdad es que cada día rezaba para poder cruzarme con ellos y poder ver el conjunto que llevaba esa morenaza. Cuando llegó Septiembre, ya la gente no solía correr tan frecuentemente. Es por ello que prácticamente teníamos la playa para nosotros solos. La pareja ya no corría tan a menudo, pero aún los veíamos al menos tres veces en semana.

Una tarde, cuando íbamos bastante lejos de la ciudad, observamos de lejos a dos personas. Una llevaba en brazos a la otra. Cuando nos acercamos nos sorprendimos al ver que se trataba de la pareja que nos cruzábamos. Nos acercamos y les dije:

- Hola, ¿ Os podemos ayudar en algo?.
- Mi novia se ha doblado el tobillo y no puede caminar bien.
- Mi novio es fisioterapeuta. Si queréis le puede echar un vistazo - respondió mi novia -.
- Vaya te lo agradecería .

Después de sentarla y explorar su tobillo, les dije que se quedaran allí. Lo tenía un poco doblado pero era mejor que no lo moviese. Yo iría por el coche y vendría a recogerlos, puesto que se estaba haciendo de noche y a ese paso tardarían una eternidad. Ellos accedieron quedándose mi novia también con ellos.

Dicho esto me puse en marcha hacía el complejo que es donde tenía el coche y las llaves. El complejo está a la entrada de la ciudad, así que, en unos 20 minutos llegué, cogí un par de sudaderas que tenía, vendas, esparadrapo y un cool-pack para que no se le inflamara demasiado.

Llegué a la altura de la carretera más cercana a las dunas. Aparqué el coche y fui andando hasta la altura de las dunas donde estaban ellos. Ya había prácticamente anochecido, así que la visión no era del todo buena. Como la luna era llena, decidí acercarme por la orilla. Cuando me dispuse a cruzar las dunas, escuché unos ruidos. Me acerque con sigilo para que no advirtieran mi presencia. En verano las dunas están repletas de jóvenes que buscan un cobijo para hacer el amor. Aunque ya no hacía tanto calor como en verano, la noche estaba despejada y no hacía mucho viento. Conforme más me acercaba, más nítido era el ruido. Podía distinguir dos voces de mujeres. Pensé que podían ser unas lesbianas. Sentía que estaban en la duna de delante. Solté las sudaderas y lo demás. Fui subiendo por la duna hasta copar su cima.

Cual fue mi sorpresa cuando vi que se trataba de mi mujer y la otra pareja. Mi mujer le mamaba la verga junto a la morena. El tranco del tío era bastante más grueso que el mío. Sonia se magreaba los senos con una mano mientras que con la otra le masajeaba los huevos. Por su parte Helen tenía su mano derecha profundizando por las calzonas de Sonia, tocando su sexo y su ano. La escena me ponía bastante cachondo, así que empecé a masturbarme. Pero era una estupidez teniendo la oportunidad delante de mí de que me lo hicieran. Así que me puse en pié y me acerqué. Los tres pusieron cara de asombro pero les dije que venía a unirme a la causa. Por lo que sin dudarlo más me abalancé sobre Helen, la desnudé, la puse a cuatro patas y, poniendo saliva en su ano, la enculé hasta dentro. Aquel culo me volvió loco desde el primer momento en que lo vi, así que no perdí la oportunidad. Eric levantó a Sonia, creo que también se enamoró del culo de mi mujer, la cogió en brazos y se la metió poco a poco. Mi mujer gemía de placer y dolor a la vez pero le gritaba - sigue cabrón, sigue - esto hizo que Eric introdujera su verga más aún. Yo mientras tanto alternaba el culo con el chochito de Helen. Tanta excitación hizo que tuviera ganas de correrme. Así que saque la polla y me corrí en la espalda de Helen. Eric tardó unos minutos más tarde dentro del culo de Sonia. Exhaustos pero aún excitados decidimos darnos un baño en el mar, desnudos. Helen parecía que el problema del tobillo había desaparecido. Bromeábamos sobre como se había curado mientras andábamos hasta la orilla.

Íbamos abrazados cada uno con su mujer. Comenté al oído a Sonia que le había parecido, a lo que ella me respondió con una sonrisa acompañada de una cara de satisfacción total.

Cuando llegamos al agua, entre juegos y toqueteos se empezó a caldear el ambiente. Eric decidió nadar un poco alejándose de nosotros. Eso lo aprovecharon Helen y Sonia para acercarse más aún y empezamos a magrearnos. Yo tocaba ambas nalgas y acariciaba sus conchas y agujeros anales mientras que nos besábamos. Fue algo extraño pero morboso ver como mi mujer y la de Eric se besaban. Empezaron a tocarme el tranco. Éste cada vez más aumentaba su tamaño hasta parecer que me iba a explotar. Eric no se había dado cuenta de la escena todavía, cosa que aproveché para intentar poseer a las dos mujeres. Empecé por comerme sus tetas mientras ellas se besaban y se metían mano. Sentí unas ganas enormes de metérsela a Sonia pero lo incomodo del lugar hizo que nos fuésemos a la orilla. Allí me puse detrás de mi mujer y comencé a introducírsela por la vagina mientras seguían ellas en lo suyo. Eric se percató de lo ocurrido y se dirigió hacia nosotros. Se colocó igual que yo pero detrás de Helen y la penetró. Sonia giró un poco la cabeza y me dijo - por el culo, mi amor, rómpeme - a lo que contestó Helen - Eric, haz tú lo mismo, encúlame - ambos muy obedientes la penetramos analmente y eso pareció excitar más aún a nuestras respectivas cónyuges que gritaban obscenidades. Yo estaba a punto de descargar y lo grité. Eric también estaba a punto y gritó también. Esto hizo que las damas se nos separaran, se arrodillaran cogieran nuestras vergas y la mamasen hasta que nos corrimos en sus caras. Luego mi mujer limpió con más esmero la poya de Eric, mientras Helen hacía lo propio con la mía.

Tras acabar nos marchamos a recoger las ropas mientras las mujeres se limpiaban en el agua. Esto fue solo el principio de una larga relación. Ya os contaré en otra ocasión las experiencias que tuvimos durante varios años.

Una para todos...

...¡Y todos para una!

Sola en casa I

15.12.07

Refranero popular

Que ya decía mi madre que al que no quiere caldo, ¡¡sieTE TAZAS!!


Molestias en la penetración

Emilio

Preguntón


Cuando tengo relaciones con mi novia al momento de penetrarla dice que le duele mucho porque la tengo bastante ancha. Yo casi no puedo llegar al orgasmo pensando que le estoy haciendo daño ¿seria porque la vagina no ha lubricado lo suficiente? ¿hay algo que pueda usar para que no le duela?

Dr. Amor

Sexólogo

Lo más probable es que sí se deba a falta de lubricación como dices, o a que no haya dilatado lo suficiente. Probad a aumentar el tiempo que dedicáis a los preliminares, dedícale una especial atención a los que a ella le gusten para que cuando llegue el momento de la penetración estéis los dos "a punto" como es debido. Si con eso por sí sólo no resulta, podéis recurrir a un lubricante, siempre de base acuosa y preferiblemente para este uso específico a fin de que no provoque irritación ni altere el ph vaginal.

Dr. Amorfo

Chechólogo

Ni puto caso... ¿Tú no has estado nunca en un Döner Kebab? ¿Has visto lo que hacen con la carne? Pues tú lo mismo. A falta de plancha puedes meter tu pequeño pene un rato en el micro y, cuando esté blandito, lo clavas (el palo de un paraguas te vale) y con la Gillette vas quitando los trozos que te sobren alrededor. Otro método es pajearte con una lija del 15 o meterle a tu novia un bote de Pringles por el coño, le dolerá igual, pero tú te partirás el culo viéndolo. Si lo haces, grábalo y nos lo mandas. ¡Besitos en las nalgas!